-Microrrelatos

lunes, 7 de agosto de 2017

Después de haber estado inactiva durante un tiempo, os traigo algo diferente: 

He decidido abrir este apartado para poder escribir microrrelatos y para que todos los que queráis participar publicando vuestro microrrelato en los comentarios podáis hacerlo. 

Habrá unas pautas y serán sencillas. Cambiarán con cada entrada, es decir, cada relato tendrá unas normas diferentes (algunos tendrán las mismas que los anteriores; no siempre siempre serán diferentes). 

Creo que puede ser interesante leer vuestros microrrelatos y conoceros un poco más a través de ellos. 


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Ahí va el primer microrrelato. Tenéis que seguir estas pautas: 

La primera persona en comentar tendrá que empezar su historia con la última frase de mi microrrelato y la segunda persona en comentar tendrá que empezar su historia con la última frase del microrrelato del comentario anterior y así sucesivamente. 




EL CHICO QUE LEE EN EL TREN

Me senté en aquel asiento frío e incómodo del tren. Odiaba viajar en tren, alrededor de gente desconocida, a la que no volverías a ver, o si lo hacías, no la recordarás y sentirás lo mismo que sentiste la primera vez que la viste, indiferencia.


Algo se posó delante de mí, tapando la luz del sol que entraba por la ventana de enfrente. Las letras de la novela, ya no se leían tan bien. Levanté la cabeza un poco malhumorado. Estaba metido en una historia que no era la mía, y alguien o algo, había hecho que dejara de vivir otra vida diferente, quitándome la luz del sol.


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¿Te apuntas?


3 comentarios:

  1. Quitándome la luz del sol para que no me molestase, empecé a dibujar. Deslicé la punta del lápiz suavemente por el papel. El dibujo estaba saliendo solo, casi sin querer. Por un momento no sabía lo que estaba dibujando. Los trazos surgían solos y mi mano se movía con rapidez. De pronto oí mi nombre. Levanté la vista y ahí estaba el profesor de historia del arte. Cogió mi dibujo y lo elevó en el aire. Todos lo vieron. Era un dibujo medio terminado, pero donde se distinguían claramente sus fracciones. Ella hacia que el mundo girase más despacio.

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  2. Ella hacía que el mundo girase más despacio, permitiéndome ver las cosas con más detalle y vivirlas con más intensidad. Cuando estaba con Ella todo era diferente. La gente me decía que estaba loca por pensar que todo era mejor gracias a Ella. Pero en realizad todos sabían que tenía razón. Desde la aparición de la aplicación Ella, todo era más sencillo. Era más sencilla la comunicación, el conocer gente, el escuchar música, en ver vídeos… Ella lo tenía todo, no se le podía añadir más.

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  3. No se le podía añadir más. Pero ahí estaba toda cabezona diciendo que iba a estar soso, aunque llevaba ya medio kilo. Así que hice caso a lo que rezaba el letrerillo del tarro y salí de la cocina.

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